No, no siempre se quedan eternos en la tierra los seres que amamos. No siempre, nos quedamos aquí, volvemos a la tierra, nos hacemos polvo o barro, nos esfumamos en la carne. No siempre seguimos aquí, rondando soles o lunas, caminando sombras o escribiendo palabras que pretenden ser versos. No siempre...sin embargo, eso etéreo que nos une a algunas almas, por sí eternas ellas, eso, sí perdurará en lo eterno de cualquier dimensión.
Hoy, 10 de junio de 2012, partió la escritora, poetisa, músico cubana, Carmen Luisa Pinto Pereira, mujer, madre, esposa, amiga de sus amigos, amiga de mi alma, hermana de la vida. Extrañarse es un raro sentimiento, cuando siempre se tuvo la certeza de haberse conocido desde estadios pasados o desde siempre.
Hoy, mi pluma está de luto. (Migdalia)
Entrevista de Pedro Pablo Santiesteban a Carmen Luisa Pinto P., en ocasión de la publicación de su poemario IMPRONTA.
Impronta, un regalo de la Señora Poesía
Sale a la luz próximamente su segundo libro, y el primero en el género de poesía
Hace ya un tiempo tuve la oportunidad de escribir un artículo sobre la presentación de una mujer que se empina sobre la estructura de las letras con su genial poesía, haciendo fértil cualquier camino árido con el ritmo inconfundible de su prosa. Para aquel entonces, esa mujer, a quien denominé como Señora Poesía, increíblemente no tenía ningún libro publicado. Hoy, como honor indiscutible que asume nuestra Editorial Voces de Hoy, sale a la luz próximamente su segundo libro, y el primero en el género de poesía, cuyo título ya nos lleva por los pasillos de la buena literatura: Impronta.
Para conocer un poco más sobre este venidero poemario, me fui a buscar a su autora, coincidiendo ese día con el revuelto ambiente de una mudada. Y es que Carmen Luisa Pinto, creadora de esta obra poética que nos ocupa hoy, se encontraba en la tediosa tarea de buscar un nuevo acomodo a cada cosa misteriosa y caprichosa que conforma un hogar. Sin embargo, eso no le impidió recibirme para contestar unas breves preguntas:
¿Por qué Impronta?
Porque Impronta, como aclaro en el libro, son huellas, marcas, y yo no soy más que un largo camino empedrado de esas, las huellas de mi alma.
¿Qué sería Carmen Luisa sin poesía?
Una jungla sin fieras, una noche sin fantasmas, ¡un misterio!
Este poemario lleva un excelente prólogo de la poeta y escritora venezolana Migdalia B. Mansilla R., a quien me honra conocer. ¿Cómo surge ese encuentro entre ustedes, ambas grandes poetas de hoy?
A través del poema. En una de esas páginas donde nos atrevemos a penetrar sin dar el rostro conocido, pero exponiendo el corazón al viento. Así, como en una estrategia del destino, dejó al pie de un poema mío su comentario, palabras que evidenciaban a una mujer como pocas había conocido. Le respondí y la amistad se sentó en un trono de majestades que a pesar de no habernos podido estrechar jamás en un abrazo cálido, sí nos ha permitido entregarnos un conocimiento infinito de nuestra obra humana y literaria, pero sobre todo nos ha dado la certeza de un cariño que es a mi juicio, el mejor de todos nuestros poemas.
¿Cómo concibe Carmen Luisa la creación de un poema?
Como lo imprevisto de un sueño, como lo inesperado de un antojo, como lo inexplicable de un instante.
¿Cuál es el estado de ánimo que pudiera lograr mayor inspiración para provocar unos versos?
Nunca me he propuesto nada cuando entro a mi guarida de silencios
Todos, cualquiera que te lleve al borde de un suspiro, un sueño, un abismo, una lágrima. Una injusticia, un atropello, un dolor, un amor, un hijo, una madre, la Patria, un adiós, un beso El verso es el resultado de una vivencia, de un recuerdo, de la felicidad, de la tristeza, de la melancolía, de la ensoñación, de lo real o de lo absurdo, de lo tangible e incluso, de lo que no sabemos o desconocemos pero nos ronda en esas noches de fantasmas y aparecidas, eso tú lo sabes.
¿Buscas trasmitir algo determinado en tus poemas, o simplemente surgen como resultado de la llamada inspiración?
Nunca me he propuesto nada cuando entro a mi guarida de silencios. Cuando estoy allí, soy yo, y nadie más que no sea lo que quiere salir fuera de mí me acompaña. Tan es así que escribo desde que tengo 12 años y nada di a conocer hasta pasado los cuarenta y a instancia e insistencia de amistades muy íntimas. Mis poemas los dejé vivir entonces, como constancia, para no olvidar en mi vejez que en algún momento estuve viva, ahora, les permito existir porque me demuestran que continúo existiendo.
¿Tiene Carmen Luisa alguna lista de poetas preferidos?
No, no la tengo.
Lo que tengo es una larga lista de poemas que me atraparon y me sentaron a la vera de su embrujo, desde las famosas Doloras que mi padre puso en mis manos a la edad en la que los otros padres ponían el libro Había una vez.
Tengo entre mis tantos defectos, el de concederle a los nombres de los autores muy poco lugar en mi memoria, tal vez en un intento supremo de lograr espacio disponible en el disco duro para sus obras que son en realidad lo importante. Un poema, sin importar su autor, es lo que nos alimenta el espíritu. Da igual que sea de Campoamor, Roque Dalton, Nelson Jiménez o Alain de León.
¿Qué esperas brindarle al futuro lector de Impronta?
Les ofrezco instantes inolvidables de mi vida, piezas únicas del rompecabezas de mi historia sentimental.
Y soy testigo que eso es lo que encontraremos en cada página de Impronta, entraremos a husmear en la intimidad de una de las mejores voces de la poesía contemporánea, donde cada verso lleva al encuentro de la musicalidad de una voz, capaz de acariciar y golpear al unísono, con la magia increíble que transmiten sus poemas.
Les ofrezco instantes inolvidables de mi vida, piezas únicas del rompecabezas de mi historia sentimental
Pedro Pablo Pérez Santiesteban
Editorial Voces de Hoy
De su autoría este poema, que escribió hace tiempo, como premonición de su temprana partida:
No siempre
No siempre podemos ser sueño,
mariposa colorida,
flor que aroma el sendero
bajo aquel arcoíris refrescado
de lluvia suspendida.
No siempre hemos de andarnos
de castañuelas en baile de corrida,
ni de campanas al vuelo en días de fiesta
porque todos los días no nacen santos
coronados de fieles para ferias.
Hay otros que andamos de mortaja
tras las huellas que hicimos de un antojo,
o de locos tentando a la miseria,
o feria desmontando los andamios
recogiendo lo últimos tinglados
del montaje de fiesta pueblerina
quedándonos hambrientos, trasnochados.
Entonces olvidamos la bulla de la risa,
nos ponemos huraños con la vida,
nos hacemos de lástima invasiva,
herejes en la duda de ese cielo
al que pudimos ir cuando creímos
que hacíamos de miel el universo,
para poder llamarlo paraíso.
Pero no siempre podemos ser sueño,
la vida trascurre en un empalmado
que permite el paso pues de tiempo en tiempo.
Aprovecha y ríe cuando esté presente
el simple motivo de algún desparpajo,
vuela mariposa sobre los jardines
de tus fantasías besando a las rosas
esos otros días de cosas hermosas,
de amores que matan pero mientras mueres,
baten castañuelas de nueva corrida
con bulla de feria, vuelo de campanas
para el nuevo tiempo de la misma vida.
Carmen Luisa Pinto Pereira